El capitán Paul Watson, el activista vegano contra la caza de ballenas que cofundó Greenpeace y Sea Shepherd, fue liberado de una cárcel danesa en Groenlandia después de que Dinamarca rechazara la solicitud de extradición de Japón por presuntos delitos durante operaciones contra la caza de ballenas.
El 21 de julio de 2024, el Capitán Watson fue detenido en Groenlandia por la policía danesa en cumplimiento de una orden de detención internacional emitida por Japón. El arresto tuvo lugar durante una escala en una misión para interceptar el buque ballenero Kangei Maru, una factoría japonesa recién construida, en el Pacífico Norte. Mientras estaba detenido en Groenlandia a la espera de una posible extradición a Japón, Watson apeló al presidente francés Emmanuel Macron para pedirle asilo político en Francia, donde residió durante unos años antes de su detención.
El 17 de diciembre de 2024, después de 150 días en la cárcel en el territorio autónomo danés, Watson fue informado de que las autoridades danesas decidieron que era libre de abandonar la isla. Ese día, Watson le dijo a The Guardian: “Ciertamente me siento aliviado, ya que esto significa que puedo ver a mis dos hijos pequeños. Esa ha sido realmente mi única preocupación todo este tiempo. Entiendo los riesgos de lo que hacemos y, a veces, te arrestan, aunque estoy orgulloso del hecho de que nunca he sido condenado por un delito… Mi tiempo en la cárcel al menos ha servido para centrar la atención en las operaciones ilegales de caza de ballenas de Japón y el beneficio adicional de centrar la atención en la matanza de delfines en las islas Feroe danesas. Entonces, en ese sentido, fue una campaña exitosa… Mi posición es que te prepares para lo peor y esperes lo mejor, eso es todo lo que puedes hacer. Un día me sentía seguro y luego otros, bueno, ya sabes, Japón estaba ejerciendo mucha presión económica sobre Dinamarca. Afortunadamente, Dinamarca tiene un buen historial en materia de derechos humanos”.
Peter Hummelgaard, ministro de Justicia de Dinamarca, dijo que no había recibido suficientes garantías de Japón de que los cinco meses de cárcel de Watson en espera de extradición se deducirían de cualquier sentencia futura.
